Destiny or Fate: Capitulo 1

*vida cotidiana*

-Megan levántate.-Dijo mi madre cansada de repetírmelo. Era la cuarta vez que entraba a mi habitación a decírmelo. – ¿Te desvelaste, cierto?.- su voz sonó casi segura. No me moví ni un centímetro de mi cama.- Megan– Abrí lentamente los ojos. La luz hiso que pestañara varias veces para acostúmbrame a mi nuevo ambiente. Me quite las sabanas que tenía encima y las aparte.

-ya voy. –renegué. Me levante de la cama y comencé a examinar mi habitación. No tenía idea de porque lo hacía si era la misma de siempre. Me rasque la cabeza. – ¿Me voy a bañar?-pregunte lo obvio. Mi mama rio y asintió.

-si…o a menos que quieras ir sucia. –me dio una agradable sonrisa, se la devolví. Mi mama era genial, desde que se había separado de papa era más alegre. En el divorcio de mis padres entre en una depresión muy fuerte. Es que apenas tenía diez años… Es cruel decirlo, pero gracias a su separación me metieron a clases de guitarra. Mi abuelo. Sí, mi abuelo. Me acuerdo cuando él me vio llorando arrinconada en mi cuarto por mama y papa se estaban gritando uno al otro.
!Esos tiempos se veían tan lejanos!
Habían pasado cinco años de su separación y ahora ya con quince años estaba mucho que mejor. Solo por mí desahogue, la guitarra y cantar. Creo que sin la guitarra hubiera…Entrado al suicidio. Yo la amo. Bueno, me comencé a ser “Famosa” ya que mi maestro de guitarra dijo que yo tenía talento con tan solo once años. Le dijo a mi mama que yo hiciera como presentaciones. Al principio ella se negaba rotundamente. !Al final lo termino aceptando!.
Gracias a mi gran héroe, mi abuelo.

Entre al baño y me vi al espejo. Lo primero que note… mis ojeras. No le di importancia y me metí al baño. No sin antes quitarme toda la ropa.
!Esto si era relajante! El agua calientita pasaba por todo mi cuerpo con rapidez. ¡Dios! Aquí me iba a dormir.
Al paso del tiempo haciendo “presentaciones” y poniéndome con mi guitarra en las calles, no sé como pero un representante me oyó cantar y tocar guitarra. Paso más de un año tratando de convencer a la disquera que me patrocinara. Pero ellos lo negaron ya que solo tenía doce años. Decían “Es una bebe, llévala a Disney” o “está muy chiquita, no lo va a poder soportar” Cosas de ese estilo.
Mi mama se negaba siempre, me advirtió junto con mi abuelo, que la escuela jamás la dejaría. Solo para que la fama no se me subiera a la cabeza.
No tuve más opción que aceptar.
Cuando cumplí trece dijeron que yo no iba a ser solista, sino que formaría una banda. Lo malo era: ¡que yo no tenía una banda! Entonces ellos se decidieron que seriamos una banda de tres. El proyecto comenzó cuando cumplí los catorce que ya que tenía un poco más de experiencia. La disquera selecciono a mis futuros compañeros de banda.
Jake & Adam
Ellos son como mis hermanos, aunque tenga uno dos años menor que yo, Evan. Jake, tiene 16 años, no es alto mide como 1.75 tiene cabello castaño clarísimo, es algo bronceado. A él le contaba casi todo, él se sabía toda mi historia de pa a pe. Me caía bastante bien, era muy gracioso y siempre me molestaba.
Adam… ese tonto, al principio lo vi y me gusto. Es que vamos, él era alto con cabello negro parado y no tan largo pero no corto. La desventaja él tenía 17. No se fijaría en mí o eso pensaba. Otra de las desventajas es que él estaba en la banda. Según yo no estaba permitido salir con él por ese hecho. Tenia los ojos verde y su piel era también algo tostada. Era como mi “chico soñado”
En fiiiin…Así los conocí.

-Cosita. – Pude descifrar, aun con el ruido que trasmitía la ducha, una voz de hombre. Solo había alguien que me llamaba así….- apúrate que yo también me tengo que bañar. – informó mi abuelo tras tocar varias veces la puerta del baño.
!El viejito se tenía que bañar también!
Cerré la ducha al instante. Ni siquiera me había puesto acondicionador. Me puse la toalla de manera rápida y abrí la puerta. Ahí estaba mi abuelo sonriéndome preocupado.

-buenos días. –Le sonreí en signo de respuesta. Mi abuelo vivía aquí en mi casa ya que mi mama se había ofrecido a cuidarlo. Aun que era al revés es viejito nos cuidaba a nosotros, mi hermano y yo. Nos iba a dejar al colegio mientras mama se tomaba un poco de su tiempo aquí en casa. No la veíamos hasta las cuatro y media de la tarde que regresaba de trabajar.
Yo últimamente solo pasaba: Casa, Colegio, disquera casa. Venia cerca de la misma hora que ella. En realidad no era un sacrificio el que yo hacía… a mí me encantaba estar en el estudio grabando, Inventado nuevas canciones o por veces solo estaba ahí por reuniones que nos llamaba Mark, nuestro manager.

-Tonta. – Mi hermano había chocado conmigo. Role los ojos ante su ofensa hacia mí. Él era el tonto no yo. Pero si lo insultaba una de dos: Mama me reganaba y la otra es que bajaría hasta su nivel, cosa que no haría.

…

Íbamos camino hacia el colegio con mi abuelo adelante y de copiloto y Evan atrás. Ese mocoso, hacia tanto ruido que me sofocaba, pero era mejor callarme. Ya que mi abuelo lo ama. Antes le decía a Evan que el abuelo me quería más a mi por ser la nieta mayor y el muy chillón se ponía a hacer un berrinche y a mí me acababan castigando.

-Adiós abuelo. – me despedí de mi abuelo y luego me baje del auto. Ya estábamos enfrente de mi escuela. Podía caminar. Eso hice y cuando menos espere sentí unos tres flashes. Uno tras de otro y otro. Tuve que cerrar fuerte los ojos para ya no ver más y corrí hacia el colegio. No me di cuenta si mi hermano venía a otras. Pero si venia atrás tenia mala suerte, ya que a él también le trataban de sacar fotos.